martes, 24 de enero de 2012

Charla Bolsa de Valencia

Ayer estuve dando una charla en la Bolsa de Valencia en el marco de la presentación de EAFI Channel, nuevo canal de divulgación de las empresas de asesoramiento financiero promovido por nuestros amigos de Inversis Banco.

 La presentación pretendía explicar de forma escueta y didáctica la metodología que seguimos en gCapital Wealth Management para la gestión de carteras de inversión. Explicamos nuestro enfoque Core-Satélite, la selección cuantitativa de activos, y la gestión dinámica del riesgo.

Intentaré publicar un resumen mas extenso próximamente. De momento os paso un link de un artículo publicado en Valencia Plaza sobre este evento:

http://www.valenciaplaza.com/ver/46853/independencia--transparencia--objetividad-y-personalizacion--las-claves-de-las-eafis.html



lunes, 24 de octubre de 2011

Minimiza la flexión Máxima


Artíciulo publicado en EAFI Channel :





Definición: Flexión o Drawdown es una medida del declive de la ganancia acumulada de una inversión desde un máximo histórico o local.

Existía la creencia popular que para que una inversión en renta variable sea exitosa, conviene mantener la posición el 100% del tiempo (estrategia llamada buy and hold). Las estadísticas eran concluyentes: en caso de no contar con los mejores días de mercado en el año, los resultados se resenterían de forma importante. Desde 1985 el S&P 500 ha generado una rentabilidad anual compuesta del 7,9%. Sin embargo, si restamos el mejor día bursátil de cada año, la rentabilidad obtenida sería sólo del 3,9%. 

Parece evidente que intentar predecir caídas importantes del mercado entraña un riesgo elevado de dejar pasar los días que aportan las mayores rentabilidades a la inversión. Sin embargo, pocas veces se habla de que restando el peor día de cada año, la rentabilidad anual se dispara hasta el 13,2%. Defendemos en este artículo que existen varias razones para asumir un riesgo de timing erróneo con el fin de minimizar la flexión máxima.

El demonio está en la volatidad

A mayor volatilidad, mayor riesgo de sufrir flexiones elevadas. Desde 1990 hasta 2007, los días en que el VIX ha estado por encima del 20% era el 38%. Desde 2007 hasta hoy, el 65% de los días hemos visto la volatilidad superior al 20%. Para una volatilidad superior al 35%, hemos pasado de 2% de los días a 15% de los días. 

Pueden existir dos situaciones para explicar estos cambios: que el cambio de régimen de volatilidad se produce con mayor frecuencia, o que el régimen de alta volatilidad sea más prolongado que antaño. Sea cual sea la explicación (estudio que podríamos dejar para futuros artículos), lo relevante de estas cifras es que desde hace algunos años a esta parte, el aumento de la volatidad hace más necesario que nunca protegerse ante flexiones importantes. 

Como han llegado a decir, el demonio está en la volatilidad (recordar cómo la volatilidad altera la rentabilidad compuesta de una cartera de forma sigificativa).

Pérdidas equivalentes - o como no comparar peras con manzanas

Pocas veces se habla de pérdidas equivalentes. Un pérdida de un 10% en una cartera requiere una ganancia del 11% para recuperar la inversión inicial. Desde 1973 los mercados han experimentado flexiones del orden del 44% para el SP 500, incluso del 62% para las materias primas. Para períodos más largos, se han alcanzado flexiones del 80% en el crash de 1929. Una flexión del 75% necesita una revalorización de la cartera de un 300%, es decir una rentabilidad anual compuesta del 10% durante 15 años. 

Las pérdidas equivalentes nos brindan una nueva perspectiva sobre la importancia de evitar flexiones elevadas.

Esta idea se hace especialmente relevante a la hora de analizar la asimetría en las rentabilidades. Si comparamos en términos de rentabilidades acumuladas equivalentes el 5% de las mayores ganancias semanales y el 5% de mayores pérdidas semanales podemos observar diferencias de 30 puntos porcentuales a favor de las pérdidas para períodos de 3 años. 

Es decir que el daño sufrido por una pérdida es desde un punto de vista numérico bastante más elevado que el beneficio generado por una ganancia, y esto lo es desde luego también desde un punto de vista sicológico.

No sólo de números vive el inversor

Desde los primeros estudios del comportamiento de los inversores, Tartsky y Kahneman han demostrado que el inversor presenta mayor aversión a pérdidas que utilidad a ganancias equivalentes. En un contexto de toma de decisiones, un inversor que presenta este tipo de función de valor asimétrico podría en caso de enfrentarse a flexiones importantes tomar decisiones incongruentes con la teoría de de utilidad esperada (por ej. salir del mercado tarde para cortar las pérdidas cuando éste ya está cerca de su fase de recuperación). En caso de existir una política de gestión de la flexión, este inversor no tendría que enfrentarse al dilema de cortar las pérdidas de forma subjetiva.

Por las razones hasta ahora mencionadas, creemos que una gestión eficaz de la flexión de una cartera resulta imperativo en el contexto actual de los mercados. Los gestores y asesores financieros que quieran implementar tal proceso de control de riesgos necesitarán tener acceso a un mecanismo de cobertura elegante y barato, y además crear unas reglas de decisión robustos. Los mecanismos y reglas al alcance son abundantes e incluyen entre otros la diversificación, el timing, la rotación de clases de activos, el rebalanceo, o la optimización de carteras mediante minimización del Valor en Riesgo condicional (CVaR o ETL). 

Para el inversor minorista resultaba hasta ahora complicado acceder a una inversión con este tipo de control de flexión. Los fondos de inversión tradicionales tienen sus mandatos. Tienen la obligación lógica de permanecer invertidos ya que están ahí para ofrecer exposición a los clientes que desean tal exposición. Por otro lado los comercializadores tienen su interés en mantener la operativa elevada por políticas retribuitivas, y la falta de tiempo y recursos hace imposible el seguimiento preciso de la flexión de las carteras de sus clientes.

Con la llegada de los asesores financieros registrados (EAFI), cualquier inversor tendrá ahora acceso a esta forma de controlar el riesgo si lo desea. Desde gCapital Wealth Management tenemos el convencimiento que estos mecanismos de control de riesgos harán que el inversor minorista pueda dormir más tranquilo.

martes, 4 de enero de 2011